La famosa Manufactura relojera inspira a los más grandes escritores, de quienes recibe grandes alabanzas por sus preciados relojes. De esta manera, Honoré de Balzac cita a Breguet en varias de sus obras, como hace también Alexandre Dumas en su obra maestra "El Conde de Montecristo". En un plano internacional, Alexandre Pushkin, el escritor ruso de mayor fama, o el novelista y caricaturista inglés William Makepeace Thackeray hablan con entusiasmo de Breguet en sus obras.
"The traveller regrets taking so much money with him. He looks at his Breguet watch — perhaps it’s for the last time. He would have been happier if it were hanging safely from his mantelpiece in Paris."Prosper MériméeLettres d'Espagne, 1830-1833
Prosper Mérimée (1803-1870), miembro de la Academia Francesa, cuyo padre, el pintor y químico Léonor Mérimée (1757-1836) era cliente y amigo de A.-L. Breguet y su hijo, también fue un admirador de la firma relojera.Además de su tercera “Carta de España” (1830), donde describe el peligro que suponían los bandidos y ladrones para los viajeros en Andalucía, Prosper Mérimée volvió en varias ocasiones al tema de los relojes, blanco preferido de todo ratero, tanto en su correspondencia como en el relato de “Carmen”, publicado en 1845, donde al autor le roban un reloj repetidor que recupera unos días después.